El tahini, tahine, tahina o tahín es un alimento de origen milenario, muy saludable, nutritivo y con multitud de beneficios para la salud y propiedades cardiosaludables.
¡Descubre las curiosidades del tahini!
El tahini es una pasta (salsa) tradicional de la cocina de Oriente Medio elaborada con semillas de sésamo y aceite. Su sabor es muy especial y característico y según la receta original debe ser muy pronunciado.
En ocasiones, también es común añadirle ajos triturados, jugo de limón y perejil picado al cereal, aunque se tratan de ingredientes opcionales y no los principales de la receta tradicional.
El tahini puede consumirse como condimento o ingrediente para elaborar otros recetas (como el hummus o el baba ganoush) o directamente con pan, especialmente pan de pita.
Beneficios y propiedades nutricionales del tahini
El tahini se prepara a partir de la cocción de las semillas de sésamo, lo que hace que se convierta en una pasta muy nutritiva. A nivel nutricional, se trata de un alimento con alto contenido en vitaminas del grupo B, especialmente Vitamina B6 y Vitamina B12. Se tratan de vitaminas imprescindibles para que nuestro sistema nervioso trabaje de forma correcta, ayudando a la regeneración celular de los tejidos.
El tahini también es una buena fuente de zinc y otros minerales y oligoelementos necesarios y muy beneficiosos para nuestra salud como fósforo, calcio o hierro.
Entre las propiedades más significativas y admiradas del tahini se encuentra sus beneficios cardiosaludables. El tahini es bueno para el corazón gracias a su aporte en grasas insaturadas y ácidos grasos esenciales como el ácido oleico.
También es un alimento muy beneficioso para el tránsito intestinal, ya que aporta grandes cantidades de fibra y por lo tanto, ayuda a reducir el estreñimiento.
¿Engorda?
Debido a su alto valor energético, el tahini es un alimento perfecto para niños y personas deportistas, ya que les dará energía continua. Sin embargo, las personas con sobrepeso deberán consumirlo de forma muy moderada.
Resulta un alimento con alto aporte de calorías (600 por cada 100 gramos), pero con ácidos grasos imprescindibles para el buen funcionamiento de nuestro organismo.
¿Cómo se come y para qué se usa?
El sabor intenso de la crema de tahini y su punto ligeramente amargo lo hacen perfecto tanto para incorporarlo a otras recetas, como para disfrtarlo solo con pan tostado o pan de pita, por ejemplo. Se distinguen dos tipos de tahini:
- Tahini blanco: Este tipo de tahini es elaborado con las semillas crudas, por lo que, a parte de caraterizarse por un color más claro, también tenemos que tener presente que contiene más propiedades antioxidante y un contenido menor de calcio al no incluir las cáscaras de las semillas.
- Tahini tostado: Elaborado con las semillas tostadas, se distingue por un sabor notablemente más intenso y un aroma tostado muy especial.
Aún siendo el hummus árabe la receta más popular que podemos elaborar con tahini, ¡su uso es muy variado e interesante en la cocina!
Podemos comerlo en tostadas como sustituto de la mantequilla animal, una alternativa muy interesante para los veganos. Con un poquito de mermelada, dátiles u otro endulzante queda buenísimo.
De la misma manera, se puede usar como base de una crema de cacao para untar casera o de las populares barritas energéticas de frutos secos, tan deliciosas como las originales, pero a su vez, ¡mucho más saludables!
En un contraste de sabores, podéis utilizar el tahini para acompañar la fruta (con frambuesas, riquísimo) o para enriquecer los batidos, smoothies caseros o las leches vegetales. En estos casos, su utilizad nos recuerda mucho a la de la crema de cacahuete.
También queda riquísimo para hacer salsas tan originales como un pesto de albahaca al que añadimos a la receta de pesto original un par de cucharadas de tahini, una cantidad generosa de hojas frescas de albahaca, una pizca de sal, unas gotitas de zumo de limón... ¡y listo! Veréis que rico queda.
Cómo hacer tahini en casa
La salsa tahini se elabora moliendo las semillas del sésamo (también conocidas como ajonjolí) emulsionadas con aceite (puede ser de oliva o de girasol) o agua (las semillas de sésamo son oleaginosas). La textura debe ser consistente, pero ni espeso ni líquido y no debe tener grumos.
En esta receta os explicamos cómo hacer la salsa tahini casero en la trituradora o batidora para disfrutar de uno de los sabores más especiales de Oriente Medio y de su multitud de beneficios saludables.
VER LA RECETA DE SALSA TAHINI |
¿Y en la thermomix?
¡Hacer el tahini casero en la thermomix en muy fácil! Cogeremos como referencia los siguientes ingredientes: 300 gramos semillas de sésamo tostadas, aceite de oliva y sal al gusto.
- Añade las semillas al vaso del robot y programa la thermomix a velocidad 6 durante unos 20 segundos.
- Baja los restos de las semillas con ayuda de una espátula y agrega un chorrito de aceite y sal. Vuelve a triturar otros 20 segundos a la misma velocidad.
- Comprueba que la textura sea la deseada y en caso de ser demasiado espesa, programa otros 20 segundos para conseguir un tahini más líquido.