¿Cuánto tiempo tarda en cocinarse un huevo perfecto?
Cuánto tarda un huevo en cocerse
Cocer un huevo es algo relativamente fácil. Un básico que todos aprendemos a hacer en nuestros primeros pasos en la cocina, pero ¿no os ha pasado el quedaros cortos en la cocción o, por el contrario, cocerlos demasiado?
El no ver el interior o poder comprobarlo pinchándolos como una patata, la verdad es que pone un poco más complicado el asunto, ¿no os parece?
¡Pues tranquilos! Que aquí os traemos los tiempos exactos de cuánto tarda un huevo en cocerse para que os salga perfecto siempre. Es más, os especificamos los distintos tiempos para conseguir una yema más o menos líquida. ;)
Se trata de un alimento tan versátil como nutritivo y nos ofrece tantas formas de prepararlos ¡como gustos! Ya sea frito, revuelto, escalfado o cocido, se adapta genial a la hora del desayuno, la comido e, incluso, a la cena.
Os recomendamos echar un vistazo a nuestro recopilatorio de recetas con huevo que seguro os servirán de inspiración.
¿Qué tiempo necesita un huevo para cocinarse?
Lo primero de todo para cocer un huevo será disponer de una olla o cazo suficientemente grandes y llenarlos de agua como para cubrir los huevos. Antes de introducirlos en ella, debemos llevar hasta punto de ebullición el agua.
Cuando rompa a hervir, reduce la potencia a fuego lento y con cuidado, mete los huevos en el agua. Aumenta la potencia del fuego para que el agua vuelva a hervir lentamente ¡y ya sólo quedaría esperar! Pero, ¿cuánto?
- 7 minutos para conseguir una yema líquida con una clara firme.
- 8 minutos para una yema blanda y suave sin que llegue a ser líquida.
- 10 minutos para conseguir unos huevos cocidos, pero ligeramente blandos.
- 12-13 minutos para unos huevos completamente cocidos.
El tamaño del huevo puede hacer que estos tiempos varíen ligeramente, pero hablamos de un minuto arriba, un minuto abajo, nada más. Los pequeños se cocinarán más rápido así que tendremos que estar un poco más atentos.
Un truco muy sencillo y práctico para que queden perfectos es, pasados los minutos exactos, introducir los huevos ya cocidos en agua fría para cortar la cocción de inmediato.
Recordad que la yema es el principal indicador de una cocción demasiado corta o larga. Tanto su textura demasiado dura, como el color más oscuro que se forma como capa exterior de la yema, serán característica de una cocción excesiva.
Tipos de huevos y su tiempo de cocción
Distinguimos tres tipos de huevos cocidos: pasados por agua, Mollet y huevo duro.
En caso de los huevos pasados por agua, reducimos más incluso el tiempo mínimo que os indicábamos anteriormente y los dejaríamos cocer, solamente, durante 3 minutos y medio y 4 minutos.
De esta manera, conseguimos una yema líquida y una clara semi líquida. Debe consumirse en el momento y recomendamos evitar su consumo en caso de personas mayores, niños y aquellos que tengan el sistema inmunitario débil, ya que puede ser fuente susceptible de la salmonella en estos casos.
En países de Latinoamérica como México, Colombia, Venezuela y Ecuador también son conocidos como huevos tibios.
En Inglaterra, entre otros países, son uno de los desayunos más comunes. Se colocan sobre un soporte y se casca la parte superior con gran delicadeza y destreza para comer los huevos pasados por agua directamente de la cáscara con una cuchara.
Los huevos Mollet son otro de los tipos de huevo más comunes durante el desayuno con una clara cuajada y una yema líquida irresistible.
Su tiempo de cocción será de unos 7 minutos para conseguir el resultado perfecto.
Como alternativa cada vez más popular, los huevos escalfados son ideales con un resultado parecido, pero mucho más rápido de hacer.
En Cocinatis os enseñamos cómo hacer los huevos escalfados con papel film o vinagre y cómo hacerlos muchísimo más fácil con la receta de huevos escalfados en el microondas.
Los huevos duros son los que, como bien describe su propio nombre, tanto la clara como la yema se presentan sólidas. Estos son los que nos llevarán entre 12 y 13 minutos tenerlos listos.
Es la forma más empleada para cocinar, trocear e incluir en otras recetas como la ensaladilla rusa, las empanadillas de atún, las berenjenas rellenas, hacer huevos rellenos, incluir en sándwiches... ¡y muchos más!
