Esqueixada, ensalada de tomate y bacalao

La esqueixada es una deliciosa ensalada de origen catalán. Su nombre proviene del verbo exqueixar (desgarrar en catalán), en homenaje a la tradición de desgarrar a mano el bacalao, uno de los ingredientes estrella de esta ensalada.
El bacalao que se utiliza en esta ensalada es desalado. Aunque puedes comprarlo ya desalado para mayor comodidad. Y si prefieres desalarlo tú mismo, las migas de bacalao son tu mejor opción. Con solo 10 horas en la nevera y un cambio de agua, el bacalao alcanzará el equilibrio perfecto de sal.
El bacalao y los tomates son los protagonistas de esta ensalada. Pero algunas recetas también incluyen pimiento rojo y verde, añadiendo un toque de color y sabor. Así que podéis añadirle un poco si os gusta.
También algunas recetas añaden un poco de vinagre, aportando un toque ácido. Nuestra receta la hemos aliñado simplemente con sal y aceite de oliva virgen extra para un sabor más suave y delicado.
Aunque esta ensalada es perfecta para el verano, cuando los tomates están en su mejor momento, la buena noticia es que hoy en día puedes encontrar tomates sabrosos durante todo el año. Así que, ¿por qué no hacer de la Esqueixada el protagonista de tu próxima comida especial?
Índice de contenidos
Ingredientes

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300 gramos de bacalao desalado
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3 tomate maduros de ensalada
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1/2 cebolla tierna
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75 gotas de aceituna negra con hueso
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3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
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sal
Raciones
4
Coste
Bajo
Dificultad
Fácil
Preparación
5 m
Cocinado
5 m
Tiempo total
10 m
Informacion nutricional
Valor nutricional (*por ración)
Cantidad | % | |
---|---|---|
Energía | 212,15 kcal | 10,61% |
Proteína | 12,27 g | 16,36% |
Hidratos de carbono | 8,21 g | 2,99% |
Azúcares | 4,82 g | 9,64% |
Grasa total | 13,64 g | 17,45% |
Grasa saturada | 1,77 g | 9,68% |
Grasa polisaturada | 1,68 g | 15,27% |
Grasa monosaturada | 8,73 g | 19,84% |
Colesterol | 37,5 mg | 12,5% |
Fibra | 3,3 g | 11% |
Sal | 1 g | 20% |
Sodio | 0,30 g | 0,02% |
Calcio | 63,3 mg | 5,28% |
Yodo | 2 mcg | 1,33% |
Hierro (hombres) | 1,98 mg | 19,8% |
Hierro (mujeres) | 1,98 mg | 11% |
Paso a paso
Comienza la preparación de la esqueixada lavando tres tomates maduros de ensalada. Una vez limpios, corta los tomates en trozos uniformes, ideales para un bocado, y trasládalos a un bol.
Añade a los tomates una pizca de sal, teniendo en cuenta que no se necesita mucha, ya que el bacalao ya aporta un toque salado a la preparación.
Corta una cebolla tierna en finas tiras estilo juliana y añádela a la ensalada. Incorpora también 75 g de aceitunas negras con hueso. Una vez añadidos estos ingredientes, mézclalos para que se integren con los tomates.
Por último, añade 300 g de bacalao previamente desalado. Para que se integre adecuadamente en la ensalada, desmígalo con los dedos hasta obtener tiras de tamaño uniforme. A continuación, vierte 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra y mezcla todos los ingredientes para que se impregnen del aliño.
Antes de comer la ensalada, prueba y rectifica de sal si es necesario, para asegurarte de que está a tu gusto. Recuerda dejarla reposar unas horas en la nevera antes de servir. Este paso permitirá que los sabores de la esqueixada de bacalao se asienten y la ensalada resultará aún más deliciosa.
Corta los tomates en trozos de bocado. Pasa a un bol y añade muy poco sal.

Agrega la cebolla en juliana fina y las aceitunas negras. Remueve.

Incorpora el bacalao desmigado en tiras uniformes. Vierte el aceite y mezcla. Rectifica el punto de sal y deja reposar unas horas en la nevera.

Sirve y disfruta de la fresca exqueixada de bacalao y tomate catalana.

Consejos y trucos
Enriquece tu esqueixada incorporando productos autóctonos como aceitunas, tomates y aceite de oliva.
Experimenta con los sabores y texturas; puedes probar con distintas variedades de tomates, seleccionar aceites con matices que se adapten a tus preferencias, o elegir aceitunas con diferentes aliños para darle un toque extra a la ensalada.
Prefiere las aceitunas con hueso, ya que su sabor es más intenso que las deshuesadas.
No escatimes en la calidad del aceite de oliva; un buen aceite virgen extra puede ser la clave para lograr un aliño excepcional.