Una de las frutas más peligrosas del mundo y que crece de una planta que tenemos en casa

Curiosidades

La fruta de la costilla de adán sólo es segura cuando se deshace sola

Costilla de adán fruto
Costilla de adán fruto

Muchas tenemos una costilla de Adán en casa para dar color y vida a la sala, pero lo que muchas no saben es que, esta misma planta (la archiconocida Monstera deliciosa), ¡puede dar un fruto comestible! Un fruto de sabor dulce y deliciosa pero que, aun así, puede irritarte la boca si lo pruebas antes de tiempo.

A primera vista no se ve ni se percibe. Los pinchos que cubren su carne son invisibles a nuestros sentidos hasta el momento que los tocamos con la boca para probarla. Ahí se clavan para irritar la zona, lo que le da la fama de ser una fruta peligrosa que hay que saber bien cuándo comer para evitar esto y disfrutarla de verdad.

La paciencia es ley y es que la clave está en la madurez. Comerla verde puede hacer que sientas pinchazos en la lengua y la garganta dado a esas micro-aguijitas naturales, las cuales sólo desaparecen cuando la fruta madura por completo.

Qué es exactamente la fruta de la Monstera deliciosa

Aunque en redes es conocida como la fruta peligrosa, su nombre oficial es simplemente el fruto de la Monstera Deliciosa. Su particularidad radica en que, cuando madura, es totalmente segura, pero cuando no, puede ser bastante desagradable la experiencia.

Fruta de la costilla de adán
Fruta de la costilla de adán

El fruto es fácilmente reconocible. Tiene forma cilíndrica como un plátano XL y toda su superficie está recubierta por pequeñas escamas hexagonales verdes que recuerdan a una piña. Una vez pelada, nos recuerda más a una mazorca de maíz, ya que por dentro es amarilla. Su interior es carnoso, cremoso y sorprendentemente aromático.

¿Por qué es peligrosa si está verde?

Su peligro viene de los pinchitos que comentábamos. Se trata de unos cristales de oxalato de calcio, también conocidos como ráfidos, que resultan como agujas muy pequeñas invisibles para la vista. La planta los produce para protegerse y no es hasta que está muy (pero que muy) madura que desaparecen.

Escamas de la fruta monstera deliciosa
Escamas de la fruta monstera deliciosa

Estando mínimamente inmadura, estos cristales sigue protegiendo el fruto en cantidades suficientes como para provocar cosquilleo o pinchazos en la lengua, irritación en la boca o garganta, sensación de quemazón y picor persistente.

No es tóxica ni venenosa, pero sí que resulta muy molesta. Y realmente la única forma de evitarlo es esperar a que madure por completo, ya que no existe modo de quitarlos de manera manual para disfrutarla antes.

Cómo saber si está madura y se puede comer (el único truco eficaz)

Aquí no hay medias tintas y es que, o la fruta está madura del todo, o no se debe probar. El indicador más fiable es clarísimo y muy fácil de interpretar: Las escamas deben caerse solas. ¡Así de sencillo!

Ni tirar, ni rascar, ni ayudar. Si las placas hexagonales se desprenden sin que las toques, entonces el fruto ya es seguro. Así de simple. Si presentan la mínima resistencia mejor esperar. Si es tan solo en una zona de la fruta, come sin problema la zona donde se haya desprendido la piel, pero evita en la que no.

  • Las escamas de la piel empiezan a desprenderse espontáneamente por sí mismas. Sin esfuerzo.
  • Su aroma dulce es muy evidente, recuerda a un plátano muy maduro. Incluso más dulce.
  • La pulpa interior se vuelve blanda, casi cremosa.

En este punto de madurez que buscamos en la fruta de monstera deliciosa, el aspecto se podría decir que se vuelve similar a un maíz del que se desprenden los granos. Para que tengas una referencia que pueda resultarte familiar.

¿A qué sabe la fruta de la costilla de adán (monstera deliciosa)?

Puede que su olor juegue un poco al despiste y es que, sí, huele como un plátano dulce, pero su sabor va más allá siendo más parecido al de una piña.

Tiene un sabor tropical muy dulce que recuerda a la piña, pero también a un mango muy maduro. A pesar de su dulzor, también destaca un toque ácido que la hace fresca y única.

La combinación entre dulzor, acidez y aroma la convierte en una de esas frutas que sorprenden de verdad y que merece probar por lo menos una vez si se tiene la oportunidad.

Cómo comerla sin riesgos

Se puede morder directamente, con cuidado claro y sabedoras de que esté bien madura con las indicaciones que te dejábamos antes. Basta con comer solo las zonas de donde se hayan caído las escamas sueltas. Evita cualquier parte donde aún notes cierta resistencia, por mínima que sea.

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