Ayran: qué es, cómo se hace y por qué gusta tanto en Turquía

Si alguna vez has viajado a Turquía, seguro que has visto el ayran por todas partes. Esta en restaurantes, en puestos callejeros, en supermercados y hasta en menús de kebab. Es prácticamente la bebida nacional, un imprescindible en la gastronomía turca que acompaña desde platos picantes, hasta comidas rápidas del día a día.

Fuera de Turquía todavía es una desconocida, aunque es cierto que, en los últimos años, el ayran se ha puesto de moda gracias, principalmente, a las redes sociales. Su sabor, su textura ligera y su buena digestión lo han convertido en una alternativa al típico refresco o a bebidas lácteas más densas que muchas han querido probar. Además, es muy fácil y rápida de hacer, así que ¿qué mejor para hacerse viral?

Te explicamos de manera sencilla qué es el ayran, de dónde viene, cómo prepararla en casa y con qué platos combina mejor. ¡Toma buena nota! Estamos seguras de que te encantará esta bebida turca.

¿Qué es el ayran?

El ayran es una bebida láctea muy simple y tradicional de Turquía, la cual se elaborada mezclando yogur natural con agua fría y una pizca de sal. Tres ingredientes muy básicos que en combinación nos dan como resultado una bebida fresca, cremosa y ligera.

Nada dulce ni empalagosa, es perfecta para quienes prefieren sabores naturales y son más de salado. De hecho, tiene un punto salino que, aunque la primera vez que la pruebas puede chocar un poco al no estar acostumbradas, te aseguramos que engancha.

A primera vista parece un yogur líquido más, pero ya te aseguramos que no lo es. Gracias a que su proporción de agua es mayor, la textura es muchísimo más ligera que la de un yogur convencional. Además, como comentábamos, no es dulce, no es fermentada aparte, no tiene especias y no lleva azúcar.

Es puro yogur rebajado y salado, pensado en primera instancia para refrescar y acompañar comidas contundentes, aunque cada una lo toma cómo y cuándo más le guste. Lo mejor es que, al no resultar dulce, no compite con las comidas, sino que las suaviza.

Se bebe muy frío y suele servirse con un poco de espuma en la superficie, sobre todo en las versiones artesanales. En Turquía incluso hay máquinas específicas que baten el ayran para conseguir esa textura espumosa tan característica.

Origen del ayran y por qué es tan popular

El ayran tiene siglos de historia. Se cree que su origen se encuentra en los pueblos nómadas de Asia Central, que mezclaban yogur con agua para hacerlo más ligero durante los largos viajes. Con el tiempo esta receta llegó a Turquía, donde se convirtió en parte prácticamente imprescindible de su gastronomía diaria.

Hoy es una bebida omnipresente en todo el país. Si viajas a tierras tucas podrás ver el ayran acompañando kebabs, guisos, platos especiados o comidas rápidas. No obstante, al resultar tan refrescante también es común tomarla sola en verano.

Cómo hacer el ayran tradicional

Como en toda receta tradicional, existen muchísimas variantes del ayran, ya que cada familia tiene su truco. Eso sí, la receta base es siempre la misma. Te explicamos cómo prepararla en casa.

Ingredientes básicos del ayran

• 1 vaso de yogur natural (preferiblemente tipo griego o yogur espeso)
• 1 vaso de agua muy fría
• Una pizca de sal

Receta de ayran paso a paso

Para hacerlo en casa bastan unos segundos, ¡ya verás qué fácil! Mezcla el yogur con el agua (normalmente a partes iguales) y añade la sal. Bate bien hasta que quede homogéneo y ligeramente espumoso.

Si quieres una versión extra espumosa, bate más tiempo o usa una batidora de mano. Si te gusta más líquido, añade más agua, y si te gusta más denso, usa yogur griego y menos agua.

En Turquía tradicionalmente se hacía con yogur casero, lo que le daba un sabor algo más ácido que el que solemos encontrar en los yogures comerciales de Europa.

Variantes del ayran

Aunque el ayran tradicional no lleva nada más que estos tres ingredientes (yogur, agua y sal), existen versiones locales o modernas que lo adaptan al gusto de cada región o a recetas más atrevidas.

• Ayran espumoso: El más típico en Turquía. Se bate en máquinas especiales o se agita muy enérgicamente para lograr formar una capa de espuma ligera y aireada.
• Ayran con menta: Esta variante es muy popular en verano. Se le añade menta fresca o seca para darle un toque todavía más fresco.
• Ayran más cremoso: Esta versión se consigue usando yogur tipo griego o yogur casero. Tiene una textura más densa, por lo que resulta algo más saciante.

Con qué platos se toma el ayran

En Turquía y Oriente Medio, el ayran es considerado el acompañamiento perfecto de muchas comidas muy distintas entre sí. Funciona especialmente bien con platos picantes al suavizar su sabor, kebabs, döner, lahmacun (la pizza turca), pide (pan turco relleno), guisos especiados, ensaladas contundentes, platos de arroz o bulgur…

La cuestión está en que la sal y la acidez del yogur ayudan a equilibrar los sabores más intensos. Te recomendamos probarlo con un plato picante para entender el éxito de esta bebida.

¿En qué se diferencian el ayran, el lassi, el kéfir o el yogur líquido?

Es fácil confundirlo con otras bebidas a base de yogur o lácteos que recién han ganado popularidad en nuestra dieta como el kéfir, pero hay diferencias importantes entre ellas.

• Ayran: Se compone de yogur, agua y sal. No es dulce y resulta muy fresco.
• Lassi: Se trata de una bebida india que puede ser dulce (mango, cardamomo, azúcar…) o salada. Es más densa que el ayran.
• Kéfir: Es fermentado, tiene burbujitas naturales y un sabor más ácido que el resto. No lleva sal y puede ser más probiótico.
• Yogur líquido: Suele ser dulce o neutro, sin sal y más espeso que el ayran.