Cómo congelar perejil para que no pierda aroma (3 métodos fáciles)

Trucos y consejos

Trucos caseros y comprobados para conservar el perejil fresco por meses sin que se estropee

Cómo congelar perejil
Cómo congelar perejil

El perejil es una de las hierbas aromáticas más comunes en nuestra cocina, así como también es una de las que más rápido de estropean si no se conserva bien. Existen algunos trucos para conservar perejil fresco y alargar su vida útil, pero entre ellos, el más eficaz y duradero siempre será el congelar el perejil.

Lejos de lo que pueda parecer, ya te aseguro que, bien hecho, podemos conseguir que mantenga todo su aroma y color incluso una vez descongelado. Existen tres métodos para ello, los cuales dependen de cómo lo vayas a usar a posteriori: picado, en cubitos de aceite y en porciones listas para cocinar. No te pierdas tampoco los consejos que te dejo abajo para que conserve su aroma fresco durante meses. ¡Vamos al lío!

¿Se puede congelar el perejil sin que pierda aroma?

Sí, y de hecho es uno de los mejores métodos para conservarlo durante más tiempo sin perder sus aceites esenciales. Lo más importante en cualquiera de los métodos que te explico a continuación es lavar bien el perejil, eliminar toda la humedad antes de congelarlo y guardarlo bien sellado para evitar quemaduras por frío. De estas maneras puede conservar su aroma y color hasta durante 6 meses o ¡incluso más!

Método 1: Congelar perejil picado (el clásico y más rápido)

Este método es ideal para usar el perejil para cocinar de manera habitual, en nuestras recetas de cada día. Es una manera muy sencilla y práctica para tenerlo listo para espolvorear sobre cualquier plato.

Congelar perejil picado
Congelar perejil picado
  1. Lava el perejil bajo agua fría y elimina los restos de tierra o suciedad que pueda traer.
  2. Sécalo muy bien usando papel de cocina o una centrifugadora de verduras. Es importante que quede bien seco.
  3. Retira los tallos y pica solo las hojas (también puedes incluir tallos si vas a cocinar con él).
  4. Extiende el perejil en una bandeja (sin amontonarlo) y congélalo suelto durante 1 hora. Este paso es importante para que no quede luego pegado en bloque.
  5. Guárdalo después en una bolsa zip o tarro hermético ¡y listo!

Congélalo en porciones pequeñas para que no se apelmace y no tengas que descongelarlo todo cuando solo necesitas una cucharadita.

Recuerda etiquetar las bolsas y recipientes en el congelador con las fechas para no olvidar cuánto tiempo llevan guardadas.

Método 2: Congelar perejil en cubitos de aceite

Este método es perfecto para cuando lo queremos para cocinar con sofritos o queremos añadir sabor extra a nuestros platos desde el principio. En este caso, el aceite va a actuar como protección y sellado del perejil para que mantenga mejor su aroma.

Congelar el perejil en cubos con aceite
Congelar el perejil en cubos con aceite
  • Lava y seca el perejil como en el método anterior.
  • Pícalo finamente.
  • Rellena bandejas de cubitos de hielo con el perejil.
  • Cubre cada hueco con aceite de oliva (o mantequilla derretida).
  • Congela durante 3-4 horas y, cuando ya estén completamente sólido, pasa los cubitos a una bolsa zip para una protección extra contra el frío directo.

No hace falta descongelarlo (ni en este método, ni en el resto), sino que es tan cómodo como coger un cubito y agregarlo directamente a la sartén a la hora de hacer sofritos, arroces, guisos o cualquier receta rápida en la sartén.

Método 3: Congelar los ramilletes de perejil enteros (sin picar)

Si eres de las que no quieren perder tiempo picando, ¡este último método es para ti! En este caso se conserva el perejil tal cual, como si fuera recién comprado.

Ramillete de perejil fresco
Ramillete de perejil fresco
  1. Lava los ramilletes y sécalos MUY bien (sino se cristalizará, perderá color y aroma y se estropeará).
  2. Envuelve los manojos en papel de cocina para absorber la humedad.
  3. Guárdalos en una bolsa para congelación.
  4. Al usarlo, solo tienes que frotarlo congelado con la mano para que se desprendan las hojas picadas. ¡Más sencillo imposible!

Este es el método más rápido y fácil como ves, pero es que, además, ¡mantiene muy bien el aroma!

Consejos para que el perejil congelado dure más tiempo

Aplicable a cualquiera de los tres métodos, te dejo unos consejitos que a mi me resultan de lo más útiles:

  • No lo congeles nunca el perejil húmedo, ya que crea hielo y el hielo es sinónimo, en este caso, de la pérdida de aroma.
  • Usa bolsas o envases herméticos para que no absorba olores y no le afecte el frío directo.
  • Etiqueta las bolsas con fecha para usarlo dentro de 6 meses. ¡Es muy fácil olvidar cuándo lo guardamos!
  • No lo descongeles antes de usarlo. Añádelo siempre directamente a la receta.
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