Cómo conservar las fresas para que duren más

Cómo conservar las fresas frescas

Cómo conservar las fresas - Congelar fresas
Cómo conservar las fresas - Congelar fresas

En plena época de florecimiento, con la primavera inundando de sol y vida los días cada vez más largos... lo mejor es que se inaugura el comienzo de temporada de las fresas y los fresones.

Cómo nos gusta esta fruta y qué pena lo perecedera que resulta. Hay veces que ni un día nos duran de lo delicadas que son. ¡Pero que no cunda el pánico! Os traemos distintos trucos para conservar las fresas frescas y hacer que duren más tiempo en casa.

Más allá de congelar las fresas, existen varios trucos para alargar su conservación varios días. Aquí van algunos de nuestros trucos más útiles y prácticos que sí funcionan.

Pasos para conservar las fresas de forma correcta

La conservación de las fresas comienza en el mismo momento que se extraen de la planta. Al tratarse de frutas no climatéricas, pierden calidad desde ese mismo momento en el que se separan de la rama.

Por eso es tan importante adquirirlas en su momento óptimo y prepararlas bien para que no se estropeen antes de disfrutar de ellas.

Elimina frutas dañadas o con moho

Tanto a la hora de adquirirlas en el comercio, como ya en casa, procura retirar todas aquellas frutillas que tengan moho, así como las que estén pasadas o dañadas. Esto es importante para que no se contagien unas a otras y provoquen que el resto se estropeen en menor tiempo.

Lo que hacemos nosotras al llegar a casa es siempre apartar las más maduras para comerlas las primeras. Así no les damos tiempo a que se estropeen.

Distinguiremos las fresas pasadas, las que todavía no hayan generado moho, por tener zonas especialmente reblandecidas, más oscuras, magulladas e, incluso, por su pérdida de jugo. De hecho, cuidado con dicho jugo, ya que puede resultar bastante pringoso y cuesta mucho quitar las manchas de fruta de la ropa.

Cómo conservar las fresas - Congelar fresas
Cómo conservar las fresas - Congelar fresas

Retiramos y desechamos todas las piezas de fresas que tengan moho, no vale con cortar sólo esa parte de la fruta. Los hongos que provocan la generación de moho se concentran visiblemente en esa parte, no obstante, se extiende por toda la fruta contaminada.

Esto es algo para tener en cuenta tanto con las fresas, como con cualquier tipo de futa y verdura. Tal y como nos indica la Organización de consumidores y Usuarios (OCU) en su artículo se quita el moho y se come el resto. #NoCuela, exceptuando los vegetales de carne firme, como es el caso de la zanahoria o el pimiento, que se pueden comer tras retirar la parte del moho (al menos 2 centímetros alrededor y por debajo), el resto de frutas y vegetales hay que tirarlos. 

No cortes ninguna parte de las fresas

La fruta se mantendrá siempre mejor entera y sin pelar, de modo que su propia piel actúe como barrera y protección para su conservación.

Es así, que nunca retiramos los tallos de las fresas con antelación, ya que, una vez expuesta su pulpa, es una entrada perfecta para los organismos que aceleran su descomposición.

En caso de trocearlas y no comerlas en el momento, lo mejor que podéis hacer es congelarlas. Esto os lo explicamos más adelante, en otros trucos para conservar las fresas.

Usa envases amplios y evita que se amontonen

Es importante no guardar amontonadas las fresas y utilizar, por lo tanto, recipientes amplios. Lo ideal sería, de hecho, almacenarlas en una sola capa en caso de ser posible y, si no, dividirlas por cantidad en dos recipientes o los que sean necesarios.

Al igual que el recipiente debemos asegurar que esté bien limpio, un truco muy sencillo que nosotras utilizamos es forrar el fondo de éste con papel de cocina. Igualmente, podéis utilizar una base de almohadilla como la que se usan en el fondo de los cajones de la nevera para los vegetales. Estos absorberán la humedad que desprenda la fruta y, en caso de la almohadilla, además, permitirá la circulación del aire por la parte inferior también.

Importante no cerrar o tapar el recipiente herméticamente. Las fresas necesitan respirar, por lo que evitaremos los cierres herméticos y nos aseguraremos de, en caso de utilizar papel film, agujerear el plástico, abrir la válvula en caso de tenerla la propia tapa del recipiente o usar papel transpirable para cubrirlas.

Cómo conservar las fresas- trocear fresas
Cómo conservar las fresas- trocear fresas

Mantén la temperatura adecuada en la nevera

Aunque en prácticamente todas las tiendas encontramos las fresas y fresones a temperatura ambiente, lo mejor es refrigerarlas y cuanto antes las guardemos, mejor. Esto ocurre con las fresas y todo tipo de baya o frutas tan delicadas como éstas.

Importante que nunca las pasemos por agua antes de meterlas a la nevera. La humedad acelera su deterioro y descomposición, por lo que sólo las limpiaremos y las pasaremos por agua justo antes de comerlas o utilizarlas en alguna receta con fresas.

La temperatura de la nevera también es muy importante, así como que se mantenga constante y nunca sea inferior a los 2ºC, ni superior a los 6ºC.

Procura no amontonarlas ni guardarlas junto con otras frutas ricas en etilenio (como plátanos, manzanas o aguacates) que solo acelerarán su deterioro. Cuidado también con alimentos de fuertes olores.

Hace un tiempo hablé y profundicé más en este tema sobre qué frutas no guardar juntas en Hogarmania. Por si queréis echarle un vistazo, la verdad que resulta de lo más interesante.

De esta manera y siguiendo todos estos pasos y condiciones, las fresas y fresones se conservarán en buen estado entorno a los 3 y 5 días. Eso sí, no dejan de ser delicadas, así que revisa todos los días su estado y retira todas aquellas que hayan generado moho o se hayan estropeado.

Cómo conservar las fresas - Congelar fresas
Cómo conservar las fresas - Congelar fresas

Otros trucos y consejos para conservar las fresas

Entre otros puntos interesante sobre cómo conservar las fresas, os hemos mencionado en varias ocasiones que es importante retirar las fresas con moho o estropeadas.

Pues sabed que, de la misma manera y, en el caso completamente contrario, las fresas demasiado verdes o blancas no madurarán una vez la han cortado de la planta. Esto también es propio del grupo de frutas climatéricas.

Para entenderlo mejor, en el extremo contrario tendríamos el plátano o el aguacate, los cuales dejándolos unos días en el frutero madurarán con el tiempo. Esta característica de las fresas que resulta todavía más importante seleccionarlas bien en la tienda.

Y hablando del momento de comprarlas, ¡unos consejitos rápidos!

Elige las no estén demasiado amontonadas, así como las que vienen en caja de madera y no plástico y observa bien que no tengan moho o estén demasiado verdes.

Obviamente, en la cesta las tratamos con el cuidado que requieren, sin colocarles productos pesados encima para no chafarlas. Igualmente, evita en la misma cesta o carrito, colocarlas junto con alimentos húmedos u olorosos. Lo mejor es ponerlas en la parte superior y alejadas, aunque breve, de frutas ricas en etileno como los plátanos o las manzanas.

¿Se pueden congelar las fresas?

Sí que se puede, así que atentas, ¡que os explicamos cómo congelar las fresas! Lo mejor y más cómodo es congelar las fresas troceadas, aunque también pueden ir enteras, pero sin tallo.

Para prepararlas, límpialas bien con agua y sécalas con cuidado con un trapo de cocina. No te olvides que son delicadas.

Retira el tallo a las fresas y córtalas como gustes. Puede ser en cuartos, por la mitad, en rodajas...

Una vez listas, extiéndelas sobre un recipiente amplio (que entre en el congelador) para no amontonarlas y así no se queden pegadas y apelmazadas.

Si las queréis congelar para hacer un postre con fresas como el helado de fresas, batido de frutas o smoothie bowl no importa si las amontonáis.

Receta de helado de fresa casero
Receta de helado de fresa casero

Déjalas que se endurezcan bien en el congelador. Esto puede llevar unas 3 o 4 horas.

Cuando estén duras, en este momento y no antes, saca las fresas del congelador y pásalas a una recipiente o bolsa de cierre hermético. ¡Así será mucho más cómodo y no ocupará tanto espacio!

Como las hemos dejado endurecer previamente, no habrá problema con que se peguen.

Por último y como consejo extra, os recomendamos apuntar la fecha en la bolsa o recipiente antes de volverlo a guardar en el congelador ¡y listo! Así guardadas conservaran hasta un año su sabor.

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