Cómo guardar el ajo: 3 métodos para mantenerlo fresco durante más tiempo
Cómo conservar los ajos
Todo buen plato comienza con un buen sofrito de ajo y cebolla. Dos imprescindibles en nuestra cocina que procuramos siempre tener a mano listo para cualquier preparación.
El ajo es un alimento muy fácil de mantener que, además, dura mucho tiempo si lo guardamos bien. Lo más importante es conocer lo básico de esta planta, así como en que clima o que factores deben darse para su cultivo. Serán precisamente el contexto que buscamos evitar para que no gemine y se estropee.
A continuación, te explicamos cómo conservar el ajo en cualquiera de sus formatos para que te dure el máximo de tiempo y puedas aprovecharlo en tus recetas.
En cada uno de estos métodos, te explicamos también cómo guardar el ajo de manera que no pierda sabor y aroma; y en caso de ser algo inevitable, el cómo evitarlo o compensar esa falta de intensidad que tanto nos gusta en este ingrediente.
Dónde guardar los ajos
Te dejamos con tres alternativas para guardar el ajo, ya sea sin pelar, pelado o ya picado; en la encimera, en la nevera o el en congelador. Tres formas que os servirán dependiendo del tiempo por el que queráis conservarlo y en qué recetas queráis utilizarlos. ¡Vamos allá!
Ajo fresco
- Cabezas y dientes de ajo enteros y sin pelar
- Tiempo de conservación: Entre1 y 2 meses en caso de estar curado y 3 semanas en caso de no estarlo
El mejor lugar para conservar los ajos frescos sin pelar es hacerlo en un lugar fresco y seco, siempre protegido de la luz solar directa, como las patatas o las cebollas.
Con la luz del sol el ajo germina, así como con el calor y la humedad aceleramos su putrefacción. En caso del ajo, al tratarse de un cultivo de clima frío, además, debemos tener en cuenta que las bajas temperaturas, al igual que la luz, favorecen su germinación.
Sabiendo esto, el ajo en la nevera queda totalmente descartado en caso de querer prolongar su conservación.
Ahora nos toca distinguir si nuestros ajos son curados o no para saber cuánto tiempo se conservarán.
El ajo sin curar suele ser el más fresco recogido de la huerta o de nuestra cosecha propia. Lo podremos encontrar también en los mercadillos o mercados donde adquirimos los productos más naturales y normalmente a los propios aldeanos.
Los ajos curados suelen ser los de los supermercados. Éstos se distinguen porque han sido previamente secados (ligeramente) para alargar su conservación. Esto a su vez hace que resulten algo menos picantes y sabrosos, por lo que mucha gente prefiere los ajos sin curar para aprovechar toda su intensidad.
Localiza un lugar en tu cocina que resulte seco y fresco a la vez, si es oscuro mejor que mejor. Puedes guardar los ajos en un recipiente o bolsa de papel o malla. Evita en cualquier caso el plástico que solo generará humedad y como hemos visto antes, acelerará que se pudra en menor tiempo.
¿Es malo comer un ajo germinado?
A diferencia de las patatas con brotes, los ajos germinados no suponen ningún riesgo. Su sabor puede resultar algo diferente, pero siguen siendo comestibles.
Lo brotes que nacen de los ajos hacen que su sabor sea más picante y amargo. Depende también de gustos. Hay a quién el sabor picante le gusta y lo encuentra agradable y hay quien prefiere desechar los ajos germinados por su nuevo sabor.
Una vez germinados, ten en cuenta que los ajos se van marchitando y durante este proceso terminará por suavizarse y perderse su sabor.
Cómo conservar ajo pelado
- Ajos pelados enteros o picados
- Tiempo de conservación: 1 semana entero y 1-2 días picado
Una vez el ajo está picado, evita el almacenarlos a temperatura ambiente y opta por el frigorífico. Sin la capa natural de protección que supone la piel, lo mejor es guardar el ajo en la nevera para evitar que se arrugue y le salga moho.
Ya pueden ser los dientes de ajos enteros o con el ajo ya picado, en ambos contextos introdúcelo en un recipiente o bolsa de cierre hermético, con esto lo protegemos del aire y el contacto directo con el frío, además de que evitamos que toda la nevera huela a ajo.
Los dientes de ajo enteros, aun estando pelados, pueden llegar a durar hasta una semana entera en la nevera guardados de este modo. Una vez picados no resultan tan resistentes, por lo que solo se mantendrán en buen estado escasos uno o dos días.
Ten en cuenta que el ajo en la nevera, y más si está pelado, perderá sabor y aroma. Por lo que, si buscas o esperas su característico sabor fuerte después de conservarlo de esta manera, bien puedes no esperar mucho para utilizarlo o, si ya lleva días en la nevera, añadir más cantidad de la requerida para compensar esta pérdida de intensidad en su sabor.
Esto también se aplica a los clásicos botes o envases de ajo ya picado que podemos encontrar en los supermercados.
Ajos en aceite
- Ajos pelados enteros o picados
- Tiempo de conservación: 1 mes
Otra manera de conservar el ajo crudo en la nevera es hacerlo en aceite. No obstante, debemos tener presente que mal hecho puede resultar un riesgo al poderse generar una infección de botulismo, una toxina bacteriana que puede resultar fatal.
Insistimos en la importancia de hacerlo bien para evitar cualquier riesgo y esto lo evitamos escalfando el aceite, puesto que el calor destruirá las bacterias. Escalfando el ajo en aceite lo tendremos listo, además, para utilizarlo en salsas, pastas o aderezos. El sabor del aceite será mucho más intenso con el aroma del ajo.
Para escalfar el ajo en aceite lo primero será cubrir el ajo pelado en dientes o picado en un cazo pequeño. Calcula alrededor de media taza de aceite por cabeza de ajo y a partir de ahí saca la proporción que necesites para tu cantidad.
Calienta a fuego lento hasta que llegue a hervir, pero sin llegar a burbujear (importante). Con un termómetro de cocina será más sencillo controlarlo, ya que tendrá que rondar los 95ºC.
Retira del fuego, deja enfriar y guarda el ajo en aceite en frascos de vidrio herméticos. Así se conservarán hasta durante un mes entero en buen estado.
¿Se puede congelar el ajo?
- Ajo entero o picado (pelado y sin pelar)
- Tiempo de conservación: 6 meses
Cuando se acumula el ajo en casa, ¡lo mejor es congelarlo! Así como cuando nos ha sobrado ajo picado en una cantidad considerable y no tenemos en vista utilizarlo a los pocos días, en tal caso también, ¡al congelador!
Sea cual sea el caso, tengamos el ajo entero sin pelar, los dientes pelados o ya incluso picados, lo más importante será que lo guardemos herméticamente siempre antes de introducirlo en el congelador.
La cuestión es la misma que a la hora de guardarlo en la nevera. Debemos evitar el contacto directo con el frío, además de que no queremos apestar todo el electrodoméstico con el fuerte olor a ajo.
Es igualmente válido congelar al ajo en cabezas enteras, en dientes (pelados o sin pelar) o ya picado. ¡Para este último caso os traemos un truco!
Utiliza la técnica de la cubitera de hielo. Reparte el ajo picado en los huecos y así lo tendrás ya dividido en porciones para descongelar justo lo que necesites sin echar a perder el resto. Eso sí, procura que sea una cubitera con tapa o guárdala en una bolsa hermética.
También puedes agregarle perejil y aceite para hacer una deliciosa salsa de ajo y perejil para tus platos de carne, pescado, verduras...
Lo que más nos gusta de esta técnica, además, es que ¡no hace falta que lo descongeles! Añade el cubito de ajo directamente en la sartén y listo. ;)
