Setas silvestres, manual básico del recolector
Si vas a recoger setas sigue estos consejos para consumirlas sin riesgos
Ir a por setas es una actividad muy gratificante: los paseos por la naturaleza, llegar a casa con el botín y después disfrutarlo solo o en compañía...pero también tiene sus peligros.
Estas recomendaciones que nos ofrecen desde la Autoridad Española de Seguridad Alimentaria (AESAN) se dirigen a aquellas personas que recolectan setas para el consumo doméstico privado. No dejes de leerlas y ponerlas en práctica porque tu salud puede estar en juego.
Y muy importante, respeta siempre el entorno: no dejes huella de tu paso y no recolectes más de lo que vayas a consumir, dejando siempre algunos ejemplares para que completen su ciclo.
¿Cómo recoger las setas y transportarlas?
Antes de nada infórmate de si en tu comunidad autónoma hay normativa donde se establezcan las especies permitidas para su recolección, así como la cantidad máxima a recolectar. También es posible que necesites un permiso en zonas acotadas
- No recolectes ni aceptes setas , si no tienes la absoluta seguridad de que son comestibles. Si tienes dudas, no las consumas hasta consultar con un experto que sepa reconocerlas. Este consejo puede salvarte la vida.
- No las recojas cerca de zonas que pueden estar contaminadas . En ciudades y sus entornos, cunetas de carreteras, áreas industriales o agrícolas, jardines o zonas próximas a vertederos. Las setas podrían acumular sustancias tóxicas o haber sido tratadas con productos peligrosos.
- Siempre que conozcas bien la especie, es conveniente cortar el ejemplar por su base con un cuchillo o navaja. Si tienes dudas para reconocerlo, sácalo entero metiendo la navaja en el suelo paralela al pie de la seta y haciendo palanca, ya que la parte que se encuentra enterrada puede ser necesaria para su identificación . Puedes llevar papel de aluminio para envolver aquellas setas que necesites identificar y así mantenerlas separadas del resto hasta que puedas llevárselas a un experto.
- Limpia bien las seta s antes de meterlas en la cesta: retira los restos de arena, suciedad y vegetales adheridos en el sombrero y en el pie con un cepillo, paño húmedo o el borde de la navaja. Si no las limpias en el campo, toda la suciedad que metas en la cesta se va a esparcir por los demás ejemplares e incluso llegar a tu cocina.
- No recolectes setas jóvenes . Como no se han desarrollado, además de impedir que contribuyan a la multiplicación de la especie , no vas a disfrutar del aroma y sabor que tienen los ejemplares adultos . Además, pueden confundirse con más facilidad con especies tóxicas.
- Tampoco es conveniente recogerlas muy maduras . Pueden tener alterado su sabor y resultar indigestas. Además, en el campo seguirán liberando esporas y podrán reproducirse.
- No recolectes setas después de abundantes lluvias o heladas . Su aspecto puede hacernos confundir la especie , tendrán un exceso de agua, se conservarán peor y habrán perdido parte de su sabor y aroma.
- Selecciona bien los ejemplares que recolectas. Si tienes dudas, es mejor dejarlos en el campo que desecharlos en la cocina al revisarlos.
- No las recojas rotas, deterioradas o con bicho . Pueden ser difíciles de identificar correctamente. Asimismo, aunque fueran comestibles, podrían resultar indigestas.
- Deposítalas en cestas de mimbre (siempre con la parte superior del sombrero hacia arriba , como se encuentran en su medio natural) u otros contenedores con agujeros. De este modo, mientras las transportas, facilitas la dispersión de las esporas que permite su reproducción.
- Nunca las guardes en bolsas de plástico , porque se rompen, impiden la aireación de las setas y aceleran su descomposición.
¿Qué hacer al llegar a casa?
- Revísalas de nuevo una a una para asegurarte de que no haya ningún ejemplar tóxico.
- Es conveniente volver a limpiarlas , al menos con un paño húmedo.
- Si tienes que lavarlas con agua por un exceso de suciedad, hazlo bajo el grifo (chorro suave de agua fría), mejor que sumergiéndolas. Absorberán menos agua. Seguidamente escúrrelas, déjalas unos minutos sobre papel de cocina para absorber el agua sobrante y consúmelas después cuanto antes. El exceso de humedad puede hacer que se deterioren más rápido y pierdan su aroma y sabor.
- Guarda algún ejemplar de cada especie sin cocinar para que, en caso de intoxicación, la pueda identificar un experto.
Recomendaciones de consumo
- No las comas crudas , porque pueden ser indigestas. Algunas setas comestibles son tóxicas en crudo y tienen que someterse a un tratamiento con calor para inactivar las toxinas que contienen.
- Siempre que vayas a probar por primera vez una especie, come solo una pequeña cantidad . Puede haber riesgo de que te provoque una reacción alérgica o intolerancia alimentaria aunque no sea tóxica.
- Es preferible no mezclar varias especies , pues si te sienta mal, no sabrás de cual se trata, sobre todo si alguna de ellas la consumes por primera vez.
- Consúmelas con moderación . Si se ingieren en gran cantidad, debido a su alto contenido en fibra, pueden ser indigestas.
Cuidado con las creencias populares
No las identifiques siguiendo creencias populares o criterios de personas inexpertas.Tampoco te fíes solo de una fotografía porque las características pueden no ajustarse a la realidad. Ten en cuenta que una imagen puede ser insuficiente para garantizar que se trata de una especie de seta comestible.
No hagas caso de las creencias populares que supuestamente sirven para diferenciar una seta comestible de una tóxica, porque ninguna de ellas es fiable.
- Las venenosas pierden su toxicidad hirviéndolas o cocinándolas . Hay toxinas muy peligrosas que aguantan el tratamiento térmico
- Si las cocinamos con un objeto de plata o con ajo o con cebolla y estos se ennegrecen, son tóxicas. Esta reacción se debe a compuestos azufrados y no a las toxinas. Así el rebozuelo ( Cantharellus cibarius) es comestible y ennegrece la plata y, sin embargo, Amanita phalloide s, que puede ser mortal, no lo hace.
- Las que crecen sobre la madera son comestibles. Alguna de ellas, como Galerina marginata, puede ser mortal y crece en la madera.
- Si cambian de color al tocarlas o cortarlas , son venenosas. Algunas setas comestibles, como el popular níscalo o robellón (Lactarius deliciosus ), cambian de color cuando los manipulamos. Por el contrario, Amanita phalloides no cambia de color.
- Las consumidas por caracoles o por otros animale s no son venenosas. No sabemos si han muerto o morirán tras consumirlas y, además, algunas pueden ser inofensivas para ellos pero no para nosotros.
- Las que tienen buen olor o sabor son comestibles. Amanita phalloides , por ejemplo, que puede ser mortal, tiene un sabor agradable.
- Las que tienen anillo y volva son siempre tóxicas. Algunas de ellas, como Amanita caesarea, presenta estas dos características y es una de las setas comestibles más apreciadas.
- Las que crecen en prados, zonas soleadas y arenosas son comestibles y las que crecen en zonas sombrías o fangosas son tóxicas. Varias especies del género Clitocybe son tóxicas y crecen en prados.
Si tienes duda, nunca las consumas. Y si no conoces a personas con la experiencia necesaria para efectuar una correcta identificación, seguro que hay alguna asociación micológica en tu zona a la que puedes acudir para pedir consejo.