¿Tienes alergias alimentarias? Estas 5 claves podrían evitarte un susto grave, según la AESAN
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Los últimos estudios confirman que cada vez son más las personas que viven con alguna alergia alimentaria. Conocer los ingredientes de lo que comemos siempre ha sido importante, pero toma mucha más fuerza ante estos posibles casos de alergias a nuestro alrededor. Por eso, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) advierte: leer bien el etiquetado no es una opción, es una cuestión de salud.
Según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), alrededor de 4,5 millones de personas en la UE sufren alguna alergia alimentaria. En España, la cifra se estima en dos millones, en torno al 8% de los menores de 14 años y al 2-3% de los adultos.
Desde Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) lo tienen claro: la información alimentaria es clave para la prevención.
La mejor manera de prevenir las alergias alimentarias es a través de información alimentaria que es el principal medio de comunicación entre los operadores alimentarios (productores, vendedores, personal de hostelería, etc.) y los consumidores.
Las etiquetas no sólo son obligatorias, sino que se convierten en la guía básica que permite a las personas alérgicas (y a las de su alrededor) tomar decisiones seguras. Para ello, es igualmente importante saber interpretarlas de manera correcta y eficaz.
La AESAN ha actualizado su guía para consumidores como parte de su compromiso con la seguridad alimentaria, en colaboración con la EFSA y la campaña #Safe2eat.
Las 5 cosas que NUNCA debes pasar por alto en el etiquetado
Te explicamos los cinco puntos más importantes que destaca la AESAN en cuanto al etiquetado de los alimentos (más allá de la tabla de alérgenos).
Los alérgenos no siempre están ocultos, pero sí mal leídos
En los productos envasados, los alérgenos deben aparecer siempre resaltados dentro de la lista de ingredientes (con negrita, mayúsculas, subrayado…).
En caso de no haber lista de ingredientes, debe de incluirse una mención específica como «Contiene: leche» o el alérgeno correspondiente al alimento en cuestión.
Es importante revisar siempre esto, ya que un solo descuido (sobre todo dependiendo de la reacción y gravedad de la alergia) podría costar muy caro.
«Puede contener…» no es un adorno: es una advertencia
Frases como puede contener trazas de frutos secos son mucho más importante de lo que creemos o el valor que se le suele dar. Dichas advertencias, indican la posibilidad de la presencia no intencionada del alérgeno.
No significa que el producto los lleve como parte de sus ingredientes principales, pero sí que puede haber restos por contaminación cruzada, normalmente dada durante la producción.
Si la alergia es severa, ¡evita esos productos!
Un ejemplo de ello serían las pizzas o burritos de supermercado. Donde menos te lo imaginas, en un burrito de carne con verduras, por ejemplo, podría incluir la advertencia: puede contener trazas de marisco. ¿Cómo puede ser si no tienen nada en común los ingredientes?
En la misma fábrica o cadena de producción o empaquetado, seguramente se elaboren o manipulen otros tipos de alimentos, por lo que es probable que alguna de estas trazas pase de unos a otros. Imperceptible para el sabor, pero fatal en caso de una alergia grave.
Los 14 alérgenos que deben declararse por ley (pero hay más que debes vigilar)
El Reglamento Europeo Nº 1169/2011 obliga a identificar 14 grupos de alérgenos en el etiquetado, considerados los más comunes.
¡Pero ojo! Esto no significa que sólo existan las siguientes 14, sino que hay más alimentos que pueden provocar alergias (como melocotón, garbanzos, guisantes y un largo etcétera) que no están obligados a destacarse. Por eso, leer toda la lista de ingredientes es imprescindible y de fundamental importancia.
- Cereales con gluten (trigo, cebada, avena…)
- Crustáceos
- Huevos
- Pescado
- Cacahuetes
- Soja
- Leche y lactosa
- Frutos de cáscara (almendras, nueces…)
- Apio
- Mostaza
- Sésamo
- Sulfitos
- Altramuces
- Moluscos
Recuerda leer toda la lista de ingredientes, ya que estos 14 no son los únicos y hay muchos otros alimentos que pueden causar alergia y no existe obligación de destacarlos de igual manera.
¿Letras pequeñas? También tienen reglas
La Ley indica que la información debe estar visiblemente impresa en la etiqueta del producto. El tamaño mínimo de letra es de 1,2 mm, aunque puede reducirse a 0,9 mm en caso de que el envase sea muy pequeño.
Esto esta previsto para garantizar que cualquier persona pueda leerla sin dificultad.
Restaurantes y comida a domicilio también deben informarte
Tanto en restaurantes como al comprar a granel (sin envases o etiquetas) también deben informarnos sobre los alérgenos, aunque en estos casos, especialmente en el último, pueden ser comunicados verbalmente.
Eso sí, cualquiera de estos establecimientos debe disponer de esa información por escrito si la solicitas. El Real Decreto 126/2015 regula esta obligación, incluso en pedidos encargados por teléfono o Internet.