BOJ nos presenta tres sacacorchos de mano muy distintos entre sí. Desde los grandes clásicos que nos han acompañado generación tras generación, hasta nuevos diseños mejorados que han logrado dar un aire sorprendentemente elegante a estos utensilios. La marca se reinventa para adaptar los sacacorchos tradicionales a un nuevo estilo de vida, a la que se han presentado vestidos de gala con revestimientos metálicos en distintos tonos y colores.
Descubrimos el origen y lo que más nos ha gustado de cada uno de estos tres sacacorchos de mano.
Sacacorchos de mano de Boj
Sacacorchos búho, el gran clásico de los hogares
El sacacorchos búho es la pieza con más historia, siendo una de las primeras en fabricarse para el mundo del vino. En 1932, la marca BOJ creaba el sacacorchos de alas. Pieza que se caracterizaría por las dos palancas cuyos remaches le darían nombre al asemejarse a los grandes ojos de estas aves nocturnas. Con su característico diseño, se ha abierto paso entre reconocidas publicaciones y museos, entre los que podemos encontrar, ni más ni menos, el museo MOMA de Nueva York o la Cité de vin de Burdeos.
El sacacorchos de doble palanca y espiral fresada se ajusta a los diversos tamaños de los corchos, siendo una muy buena y versátil opción. Su manejo es sencillo e intuitivo, lo que además de llevarlo a recibir reconocimiento por su acertado diseño, se ha convertido en un clásico imprescindible en muchos hogares.
¿Lo que más nos ha gustado?
La calidad de los materiales y su tradición. Este sacacorchos es reconocido como un clásico de los hogares. Su fácil manejo y la calidad de los auténticos Búho lo han convertido en la primera opción y todo un referente entre los utensilios de nuestros hogares. Nos encanta recurrir a los clásicos que nunca fallan para disfrutar de una buena botella de vino.
Sacacorchos Kea, el sacacorchos predilecto de los camareros
El sacacorchos Kea X-Lux de doble impulso nace de una entregada investigación de más de 10 años, en los que los detalles se han cuidado y mimado tanto en el diseño como en la funcionalidad del mismo. El sacacorchos se reinventa con solidez, ofreciendo una pieza infalible de diseño único inspirado en las aves de montaña neozelandesas que le dan nombre, siendo una especie superviviente que tuvo que adaptarse a las circunstancias para subsistir.
Su funcionamiento es sencillo a la vez de práctico al contar con su propio cuchillo para descapsular las botellas. Su cómodo diseño se completa con una gama de pigmentaciones metalizadas llenas de color con las que se presenta dispuesto a hacer tanta historia como sus predecesores.
¿Lo que más nos ha gustado?
Su diseño tanto eficaz como original. BOJ ha conseguido darle una vuelta de 180º a los tradicionales sacacorchos de dos impulsos con esta nueva gama. Su diseño dinámico, sus curvas y todas sus funcionalidades nos han acabado por conquistar.
Su diseño está pensado al milímetro y el que esté inspirado en la historia de superación de las aves Kea no nos puede gustar más. Es elegante, manejable y realmente cómodo. Han jugado con las curvas de la pestaña que se acopla al cuello de la botella para adaptarse perfectamente a la forma de nuestra mano.
Se trata del modelo más completo al incluir también un pequeño cuchillo para descapsular las botellas y en simulación del pico del ave Kea, un abrebotellas para cerveza o refrescos. No por menos se ha convertido en el modelo estrella entre los camareros.
Sacacorchos Bodega, el fiel reflejo del primer sacacorchos de la historia
El sacacorchos bodega mantiene un estilo vintage que nos recuerda su origen en el siglo XVIII. Directamente inspirado en los primeros sacacorchos en forma de “T”, este modelo combina el diseño más complejo con uno de los usos más sencillos. No hay más que introducir la espiga en el centro del corcho girando la manivela superior. Una vez alcanzada la profundidad adecuada, simplemente debemos subir la pestaña centrar de la manivela y con el mismo movimiento, sin ni siquiera cambiar de dirección, el corcho se extrae sin dificultad.
El siglo XVIII se refleja en el sacacorchos bodega con una esencia clásica y un mecanismo basado en años de evolución, en la que el manejo y la practicidad hacen de este sacacorchos una opción segura y acertada.
¿Lo que más nos ha gustado?
Su estabilidad y fácil manejo. Al contrario de lo que se puede pensar a primera vista con el mecanismo de la pestaña, este modelo es increíblemente fácil de utilizar. La estructura que cubre la espiga nos guía haciendo que sea muy difícil el introducirla torcida, impidiendo así estropear el corcho. Su manejo es realmente intuitivo a la vez que fiable, convirtiéndolo de esta manera, en un acierto seguro para los aficionados y no tan aficionados al vino.
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